Rafael de la Hoz Distrito Telefónica
Descripción del Proyecto
La nueva Sede de Telefónica en Madrid distribuye su vasto programa en un complejo de doce piezas de diferente altura, que se implantan en el solar al dictado de una retícula reguladora rectangular flanqueada por cuatro torres perimetrales, que a modo de atalayas, delimitan un gran atrio central cubierto que lo protege y unifica. Una sobria ‘ciudadela’ que se defiende frente al clima al tiempo que delimita su perfil corporativo nítidamente sobre el terreno.
Para dotar de unidad a este conjunto de edificios independientes, se apostará por el recurso a un mismo material de fachada –el vidrio− que empleado profusamente en base a diferentes soluciones –costillas y muros cortina− resolverá los requerimientos corporativos de innovación, transparencia, rigor y solidez exigidos por la empresa, sabiamente materializados a través del lenguaje de esta sobria arquitectura.
Las soluciones de luz para el auditorio se concibieron atendiendo a las necesidades específicas del proyecto
El complejo incluye distintos usos
Por su dimensión y carácter de distrito, además del espacio principal destinado a las oficinas, el complejo también incluye otros usos –restaurantes, guarderías, auditorio, salas de exposiciones,… etc− cuya especificidad se traducirá, además de en un especial cuidado por las cuestiones de escala, en la manera en la que el arquitecto concibió la luz para cada una de éstas áreas, empeño que ha requerido el desarrollo por parte de Ferram de toda una amplia gama de luminarias que satisfagan las distintas necesidades lumínicas.
Una luz "dorada" para los lucernarios
Especial interés tendrán las soluciones desarrolladas para el auditorio –escenario, sala, paramentos, emergencias− y, de modo concreto, la respuesta al diseño del estudio de Rafael de la Hoz para los elementos geométricos, tipo lucernarios, situados en el vestíbulo de entrada: una luminaria que aporta un sistema que permite la sustitución gradual del efecto de la luz natural del día conforme va oscureciendo.
Fotografía: Estudio Rafael de la Hoz